lunes, 26 de octubre de 2009

¡De película! ¡De lo real!



"No soy el culpable ... eres tu, pero por eso te pido perdon" Aaron Hegarc.

Tarsila do Amaral

'Morro da Favela'-1924

COMENTARIO PELICULAS:
La Zona.
Tropa de Elite.
Ciudad de Dios.

CIUDAD DE DIOS
En distintas ocasiones nos hacemos preguntas, de las cuales reflexionamos y meditamos, y muy raras veces llegamos a una respuesta. Una de mis interrogantes antes de ver las tres películas fue: ¿Qué voy a ver en esas producciones?

Jamás me imaginé lo que vería en esos magníficos filmes que Pedro Ortiz Antoranz nos recomendó muy acertadamente con tanta insistencia. La primera película que vi fue CIUDAD DE DIOS, sinónimo de desarrollo y evolución de una favela que a gritos silenciosos busca hacer eco entre aquellos que ya han olvidado su importancia.
En primera instancia me sorprendió muchísimo la fotografía, creo que la calidad pintoresca y de escenografía era magnifica, me reí bastante en un principio, veía un juego de adolescentes llamado “polícias y ladrones” pero en realidad mis ojos veían la complejidad de un termino llamado violencia.
Durante las tres etapas en que está dividida la película pude observar que el hecho de que se haya desarrollado en la favela, no quiere decir que sea un ejemplo aislado sino al contrario refleja muy bien el poder que en muchas ocasiones algunos grupos delictivos organizados presentan, superando de alguna forma las instituciones policiacas.

Ciudad de Dios no busca estigmatizar a las favelas sino busca proyectar como la violencia se convierte en un medio natural de subsistencia frente a los desequilibrios y la organización, además se conjuga con elementos como la corrupción, la delincuencia o la masificación de los habitantes, ya no son residentes sino ocupantes que forman parte de un sistema.


Me fue sorprendente la facilidad y la naturalidad del uso de las armas, convirtiéndose en parte básica para entablar relaciones de poder, ya que constantemente se muestra una lucha tanto interna como externa de los personajes por desarrollarse en ‘algo’. Un elemento que quizás muchos no tomaron en cuenta durante la película, es que rara vez se llamaba a alguien por su nombre, quizás en un afán de darle identidad al que antes denominaba ocupante de Ciudad de Dios.
¡¡Construyamos, pero no de esta forma!!

LA ZONA

ACTO 1 -- ¿Adivina adivinador? Estas en mi área de influencia.

¿Sabes como se llamo la obra? Violencia a través de la segregación espacial. Ha sido siempre erróneo el hecho de considerar a la violencia como algo verbal o físico, hay gran parte de eso, pero no lo es todo. Violencia puede ser como todo y nada, en dónde esta se da como una manifestación de poder que es reconocido.

Los enclaves fortificados de los que Teresa Caldeira nos hablaba y pareciera profeta dentro de la película, son manifestaciones reales de la idea de la privatización de la seguridad dentro de un espacio privado. Me agrado la película porque pareciera ser que esa privada representa al mismo ser humano por las siguientes razones:

1.- El uso de las cámaras representaría el sentido de la vista;

2.-Los muros y rejas representarían el sentido del tacto;
3.- El olfato estaría representado por la sensación de estar alerta en cualquier momento ante el ladronzuelo que estaba atrapado;

4.- El gusto se vio reflejado ante las juntas vecinales, hablar por hablar;

5.- Finalmente el oído reflejado en el dicho popular, a palabras necias oídos sordos, sólo se dedicaron a actuar sin pensar.

La paranoia combinada con una sensación de justicia por propia mano está reflejada en este minimundo no justificado pero en cierta forma comprensible llamado La Zona, en donde “los otros” son vistos con inseguridad. Dentro de la zona se pueden apreciar distintos acontecimientos que ocurren dentro de las ciudades como la corrupción, el abuso de autoridad, desigualdad de género.

Más allá de ser una cuestión de clase social, considero que el mensaje va encaminado a que todos los que participamos dentro del espacio urbano hemos en cierta forma permitido, al grado de ver con normalidad, estas divisiones del espacio público. El muro solo refleja nuestra debilidad para hacer frente de forma inteligente a nuestras diferencias, los limites los ponemos nosotros mismos.

TROPA DE ELITE.
¿Sabías que la violencia es legítima? Fue la primera pregunta que yo mismo me hice, y la cual me trajo muchas vueltas. En esta ocasión la película se refiere a la violencia institucional, la que ejerce el Estado, el cual trata de combatir violencia con más violencia mediante sus grupos “especializados”.

En tropa de Elite se observan luchas de poder entre los diferentes actores, ya que muchos de ellos logran rebasar la fuerza del Estado. El panorama de la película es muy desalentador dentro de Río de Janeiro, al tratar de maquillar una realidad tras la visita de Juan Pablo II.

Quizás pueda ser muy violenta, pero simplemente es un reflejo de sistemas y subsistemas los cuales necesitan de los desequilibrios para continuar con su funcionalidad. Por un lado el cuerpo policiaco representa aquellos “héroes” intocables entre las diferentes clases sociales y por el otro la violencia se convierte en un común denominador.

La no censura dentro de la película quizás pueda ser un poco grotesca en un momentos, pero es una forma de mostrar la realidad que ocurre en muchos países y los problemas que giran en torno. Me pareció rescatable la critica que se le hace a la policía dónde incluso pensaría que no sólo a la brasileña de las favelas de Rio.

Es comprensible en cierta forma el papel de los policías, ya que sus salarios y la nula preparación los lleva a caer en actos de corrupción. Considero que el autor nos invita a dejar la hipocresía que gira en torno a muchos temas, ya que el ignorarlos no promueve ningún cambio en las estructuras sociales y al contrario se inserta en ellas tales como las ONG’s.

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