Tarsila do Amaral
La Zona.
Tropa de Elite.
Ciudad de Dios.
En distintas ocasiones nos hacemos preguntas, de las cuales reflexionamos y meditamos, y muy raras veces llegamos a una respuesta. Una de mis interrogantes antes de ver las tres películas fue: ¿Qué voy a ver en esas producciones?
ACTO 1 -- ¿Adivina adivinador? Estas en mi área de influencia.
¿Sabes como se llamo la obra? Violencia a través de la segregación espacial. Ha sido siempre erróneo el hecho de considerar a la violencia como algo verbal o físico, hay gran parte de eso, pero no lo es todo. Violencia puede ser como todo y nada, en dónde esta se da como una manifestación de poder que es reconocido.
1.- El uso de las cámaras representaría el sentido de la vista;
4.- El gusto se vio reflejado ante las juntas vecinales, hablar por hablar;
5.- Finalmente el oído reflejado en el dicho popular, a palabras necias oídos sordos, sólo se dedicaron a actuar sin pensar.
La paranoia combinada con una sensación de justicia por propia mano está reflejada en este minimundo no justificado pero en cierta forma comprensible llamado La Zona, en donde “los otros” son vistos con inseguridad. Dentro de la zona se pueden apreciar distintos acontecimientos que ocurren dentro de las ciudades como la corrupción, el abuso de autoridad, desigualdad de género.
Más allá de ser una cuestión de clase social, considero que el mensaje va encaminado a que todos los que participamos dentro del espacio urbano hemos en cierta forma permitido, al grado de ver con normalidad, estas divisiones del espacio público. El muro solo refleja nuestra debilidad para hacer frente de forma inteligente a nuestras diferencias, los limites los ponemos nosotros mismos.
TROPA DE ELITE.
¿Sabías que la violencia es legítima? Fue la primera pregunta que yo mismo me hice, y la cual me trajo muchas vueltas. En esta ocasión la película se refiere a la violencia institucional, la que ejerce el Estado, el cual trata de combatir violencia con más violencia mediante sus grupos “especializados”.
En tropa de Elite se observan luchas de poder entre los diferentes actores, ya que muchos de ellos logran rebasar la fuerza del Estado. El panorama de la película es muy desalentador dentro de Río de Janeiro, al tratar de maquillar una realidad tras la visita de Juan Pablo II.
Quizás pueda ser muy violenta, pero simplemente es un reflejo de sistemas y subsistemas los cuales necesitan de los desequilibrios para continuar con su funcionalidad. Por un lado el cuerpo policiaco representa aquellos “héroes” intocables entre las diferentes clases sociales y por el otro la violencia se convierte en un común denominador.
La no censura dentro de la película quizás pueda ser un poco grotesca en un momentos, pero es una forma de mostrar la realidad que ocurre en muchos países y los problemas que giran en torno. Me pareció rescatable la critica que se le hace a la policía dónde incluso pensaría que no sólo a la brasileña de las favelas de Rio.
Es comprensible en cierta forma el papel de los policías, ya que sus salarios y la nula preparación los lleva a caer en actos de corrupción. Considero que el autor nos invita a dejar la hipocresía que gira en torno a muchos temas, ya que el ignorarlos no promueve ningún cambio en las estructuras sociales y al contrario se inserta en ellas tales como las ONG’s.
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